A principios del siglo XXI, un evento conocido como la "Fractura" evitó un apocalipsis nuclear, pero a un precio impensable. Ahora, en una realidad fragmentada donde nuevos dioses han nacido y los ecos de la antigua civilización se han convertido en leyendas, la humanidad prospera bajo la influencia de una dimensión retorcida: Ishnar.

En las tierras de Kosvenia, otrora el imperio más grande tras la debacle, los estandartes de la fe y la política se alzan en una guerra silenciosa, mientras fuerzas más allá de la comprensión mortal conspiran en las sombras. Reinos y sociedades secretas mueven sus piezas en un tablero donde la verdad se oculta tras siglos de mentiras, y la línea entre lo divino y lo blasfemo se desdibuja con cada amanecer. En este universo de mitología y horror cósmico, solo ellos se interponen entre la humanidad y las criaturas que emanan de Ishnar: los Nacidos Muertos, humanos alterados desde su gestación para convertirse en cazadores implacables.

Sin embargo, en un mundo donde la fe y la desesperación dictan el curso de la historia, una figura marcada por un linaje maldito buscará respuestas, sin saber si está destinado a ser un salvador, una marioneta o el verdugo de una era agonizante.

El Nuevo Mundo

Tras el cataclismo dimensional conocido como "La Fractura", la humanidad quedó al borde de la extinción durante la era de "La Caída de las Estrellas". El cielo se quebró, la razón colapsó, y las ciudades se transformaron en ruinas malditas, temidas por los pocos supervivientes. Con el paso de los años, la tecnología y la historia se convirtieron en mitos prohibidos, y los horrores surgidos de Ishnar reclamaron la Tierra.

Los siglos se sucedieron mientras la humanidad se escondía en la sombra de lo que una vez fue. Pero desde el este, cruzando un continente fragmentado, marchó un grupo de eruditos escoltados por los Nacidos Muertos: humanos alterados por la corrupción de Ishnar, ahora al servicio de un propósito mayor. Guiados por los preceptos de los Vhalethkar, emisarios de aquella misma fuerza que una vez casi los aniquiló, estos eruditos unificaron a los pueblos dispersos y les devolvieron la voluntad de vivir.

Así comenzó la Era Mítica, una época de redescubrimiento y conquista, en la que surgieron nuevos reinos, culturas, religiones e, inevitablemente, guerras.

Ahora, cientos de años después, el que fue el imperio más grande tras la debacle, se enfrenta a un problema de sucesión al trono, mientras una retorcida y desconocida secta perpetra abominables rituales con un propósito incierto...

Ishnar

Una herida abierta en el firmamento desangra su realidad sobre la nuestra. Ishnar no es simplemente otra dimensión, sino un eco deformado de la creación, donde la materia no obedece ley alguna y  el pensamiento engendra forma. Allí moran criaturas innombrables, concebidas por la psique del abismo, y dioses innatos del vacío, tal vez anteriores incluso al concepto mismo del tiempo.

Los Nacidos Muertos

"Los humanos temen enfrentarse a los horrores que provienen del otro lado de las Fauces, pero para aquellos que nacen en la muerte, cazar a esas bestias es simplemente su día a día."

-Lucía Vespero I-

Los Nacidos Muertos no son simples humanos: son armas vivientes, ideadas por los enigmáticos Vhalethkar y forjadas en el crisol de Ishnar. Mutados durante su gestación en el vientre materno por energías inefables, conservan su forma humana, pero no su naturaleza: son ishneos en alma, superiores en fuerza, intelecto y propósito. Invocan su armamento para la caza desde el vacío, lo que les ha valido el nombre de "Urdidores de filos" entre los mortales. Pero el poder tiene un precio: están eternamente subyugados a la voluntad cósmica de sus creadores. 

No luchan por gloria. Luchan porque han nacido para ello.

Religiones y culturas

Nadie recuerda ya si esta religión nació motivada por el miedo a Ishnar, o por la revelación de los Vhalethkar ante los Eruditos originales, pero esta reinterpretación de los antiguos textos sagrados de la humanidad lleva imperando durante siglos tanto en la vieja Kosvenia penínsular, como en todos los territorios conquistados por el divino linaje de los Vespero.

Aunque hubo un tiempo en el que la Iglesia de la Primera Noche instara a la persecución de la Vieja Fe, esto cambiaría tras la conversión de varios Altos Señores kosvenos a la misma, lo que provocó una reforma en Kosvenia que permitiría el desarrollo de esta religión, dividiendo parcialmente tanto la sociedad como el estado.

La Primera Noche
La Vieja Fe

La Vieja Fe es una religión anterior a la Fractura, uno de los pocos credos que resistieron el colapso del mundo antiguo. Sus fieles más devotos, los bellatores, son guerreros santos que luchan por los inocentes y rechazan a los Nuevos Dioses de Ishnar, negándose a aceptar la muerte del Dios verdadero. Antaño, su máxima expresión fue la Biserica, una institución sagrada que, junto al joven sultanato de Zharania, se alzó como una de las pocas fuerzas opositoras al implacable avance de Kosvenia.

Su brazo armado, los Mil Hijos de Velkan, dominaban los campos de batalla con furia justa, hasta que, tras rechazar el armisticio propuesto por Kosvenia, fueron arrasados por una hueste de Nacidos Muertos. Desde entonces, la Biserica no es más que una leyenda y los Mil Hijos están fragmentados en Cofradías independientes, pero la llama de la Vieja Fe aún arde en sus corazones, guiando a quienes se niegan a rendirse ante los horrores paganos de Ishnar.